República Dominicana – Santo Domingo, El reloj marcaba las 12:44 de la madrugada cuando el estruendo partió la rutina de una noche festiva. En segundos, la estructura del icónico centro nocturno Jet Set se vino abajo, y con ella, los sueños de seis trabajadores que jamás regresaron a casa.
Daniel Taveras, Jhonny Humberto García, Omar Ogando, César Mariñez, Ronny Hernández y Alexander Manuel Mejía integraban el equipo de seguridad y bar, y ese lunes 8 de abril fueron víctimas de un colapso que cambió el destino de 30 empleados que cumplían con su jornada, entre ellos seis contratados de manera temporal para reforzar áreas claves como boletería, atención al cliente y barra.
La administración del establecimiento confirmó a la periodista Nairobi Viloria que 23 trabajadores lograron salir ilesos, mientras que uno continúa bajo observación médica tras ser rescatado con vida del lugar del incidente.
«Fue una escena que nadie olvida. Aún tenemos compañeros en shock», expresó uno de los sobrevivientes, quien prefirió mantener el anonimato.
La tragedia ha sacudido profundamente a la comunidad laboral del centro y a sus allegados. Los familiares de los fallecidos han solicitado respuestas concretas y apoyo institucional, mientras que las autoridades continúan el proceso de investigación para determinar las causas precisas del desplome.
En el epicentro del dolor, surgen preguntas sobre la resistencia de la infraestructura, ya que, según datos recabados, el edificio había sufrido un incendio en 2013 y estaba ubicado en una zona costera, donde la salinidad puede acelerar el deterioro del concreto.
Estas condiciones han sido señaladas como factores de análisis por parte de ingenieros que colaboran con las autoridades.
La noche del colapso no era distinta a otras: música, luces, alegría habitual… hasta que el techo cedió sin aviso. El pánico se extendió como una ola entre el público y los empleados, muchos de los cuales se vieron forzados a gatear o lanzarse al suelo para sobrevivir.
