Un hombre realizó detonaciones con un objeto de fuego contra su pareja, veintiocho años menor que él, creyendo haber provocado su pérdida, y posteriormente dejó de vivir por su propia voluntad mediante otra detonación en la cabeza. El hecho se registró anoche en este municipio, perteneciente a la provincia Barahona.
Juan Gerónimo Báez Urbáez, conocido como Pichón, de cincuenta años, efectuó una acción violenta contra su compañera sentimental con el propósito de perjudicarla físicamente. Uno de los proyectiles impactó en el cuerpo de Jenny Berenice Urbáez Féliz, de veintidós años. Al creer que ella ya no vivía, el hombre realizó una nueva detonación que derivó en su propia pérdida.
Báez Urbáez laboraba como chofer en la sectorial del Consejo Nacional de Dr0gas (CND). El responsable de esa entidad en la zona, Máximo Francisco Trinidad Féliz, de cincuenta y seis años y también oriundo de Cabral, estuvo involucrado en julio pasado en un hecho donde resultó en la pérdida del ciudadano haitiano Santiago Pie, de treinta y cuatro años. Este último había acudido a cobrar una deuda pendiente por trabajos efectuados en la reconstrucción de una escuela de la localidad.
La joven Urbáez Féliz fue trasladada de urgencia a la emergencia del Hospital Regional Docente Universitario Jaime Mota, donde recibió atención médica por la lesión ocasionada por un proyectil. El personal facultativo indicó que su estado era delicado, aunque lograron estabilizarla tras varias intervenciones médicas.
El fiscal Joeudy Medina Pérez, representante del Ministerio Público, acompañado por miembros de Investigaciones Criminales (Dicrim), se presentó en el lugar del suceso. Allí realizaron el levantamiento del occiso, catalogado como autor de la violencia que resultó en un fatal desenlace.
El hombre acudió a la casa de un hermano después de haber creído que dejó a su pareja sin signos vitales en la residencia de la madre de esta. El cuerpo de Juan Gerónimo Báez Urbáez fue entregado a sus familiares para los procedimientos correspondientes de velatorio y posterior sepultura. No se dispuso su traslado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para la práctica de autopsia, a pesar de ser un proceso habitual en este tipo de hechos.
Por su parte, Investigaciones Criminales (Dicrim), adscrita a la Dirección Regional Sur de la Policía Nacional, con sede en Barahona, abrió una investigación formal para determinar las circunstancias precisas que llevaron al hombre a dejar de vivir por su propia voluntad y a emprender violencia contra su pareja.