República Dominicana, Santo Domingo, RD— “Yo no estaría viva si no fuera por él”, confesó entre lágrimas Elianta Quintero, reconocida periodista y sobreviviente del colapso en la discoteca Jet Set, al revivir uno de los momentos más estremecedores de su vida.
Su testimonio no solo revela el trauma de una tragedia nacional, sino también la profunda humanidad que emergió entre los escombros. Su voz temblorosa buscaba, más que consuelo, honrar a quien ahora llama su “ángel de la guarda”.
Esa figura heroica tiene nombre y rostro: Rafael Rosario, un escolta que sin deber ni compromiso decidió entrar al infierno de concreto desplomado, impulsado, según él, “por algo que lo empujó desde dentro”. No conocía a Elianta, pero sabía que había vidas por rescatar.
Sin pensarlo, se lanzó al caos, sacó a unos doce sobrevivientes y entre ellos, a una mujer atrapada bajo vigas que no la dejaban moverse.

Ella gritaba auxilio… hasta que logramos quitar los obstáculos y ayudarla”, recordó con voz entrecortada durante un emotivo reencuentro televisado.